viernes, 24 de agosto de 2012

34. CABALONGAS
Un nuevo sol floreció de tus ojos
sin quererlo
renace cada día al mirarte
y cada vez es nuevo
Tampoco interesa que lo sepas
Esa catarata de cristales de tu pelo
y el tenue temblor de tus pequeños senos
Todo hace el amanecer más cálido, lento
y suave el beso de la brisa
entre barbatuscos, campanarios e incienso
Es como volver a vivir
los sentimientos casi muertos
sin el temor del final incierto
Es volver al suelo primigenio
a beber del agua joven de la vida
en los recuerdos
los olores, el tibio suspiro de los montes
el canto lejano de los riachuelos
y tú, entre ellos
No te conozco, no sé que quieres
solo te veo
y tu sonrisa enciende el embeleso
Pero nada importa
lo demás corre por mi cuenta

No hay comentarios:

Publicar un comentario